¿Cómo afecta a el sueño trabajar de noche?
Las ideas actuales sobre la promoción de seguridad e higiene, ya no tiene en cuenta los factores de riesgo propios del ambiente al que se hayan expuesto los trabajadores. Sino que engloban en esa tendencia el efecto de cómo los factores psicosociales del clima organizacional de la empresa pueden impactar en el bienestar mental del empleado. Se conoce en la actualidad de que el estrés es un problema que afecta tanto al cuerpo como a la mente, manifestando sus consecuencias en el individuo y en su familia. No obstante a ello, los trabajadores elijen desarrollarse laboralmente en jornadas nocturnas, no solo por la compensación económica que implica sino en el hecho de que se puede disponer del día libre. Luego de la misma, y desempeñar otras funciones que van desde tener otro trabajo o llevar a cabo las actividades familiares que transcurren normalmente durante el día.
La adaptación biológica al horario nocturno es solo una parte en lo que necesita un trabajador en estas condiciones. Trabajar de noche también requiere de un esfuerzo de su círculo familiar y social, es por ello que la falta de sincronización desencadena en inconvenientes psicológicos. Con esta situación, se comienza a dar estrés en el individuo que al mantenerse en el tiempo desencadena en el desarrollo de un estrés negativo (distrés). Esto producto de la fatiga que experimentan sus pensamientos y el funcionamiento de sus órganos a un ritmo anormal continuo y bajo los efectos de muchos estimulantes.
¿Que puede suceder con el sueño si se trabaja de noche?
Trabajar durante un periodo de desactivación, genera un desgaste en las facultades físicas y psíquicas del individuo. Sumando al descontento y aislamiento experimentado frente al núcleo familiar y social debido a la desincronización de horarios con los momentos de esparcimiento y recreación. La diferencia de horarios y la poca participación en las actividades colectivas, o bien el esfuerzo que debe emplear para permanecer despierto durante el día y poder cumplir con las mismas, derivan en un cansancio excesivo y finalmente en un aislamiento social al no poder hacer frente a estas demandas. Es por ello que el trabajador nocturno, más allá del desarrollo de insomnio, sufre trastornos de cuadros de carácter depresivo y agresivo.
Dentro de los problemas psicológicos por los que debe pasar el trabajador, existe la aparición de la fatiga extrema o agotamiento. Ello como consecuencia de un estrés laboral crónico producto de la tensión que generan las organizaciones en la búsqueda de resultados satisfactorios y que se suman a los problemas relacionados a la cantidad y calidad de sueño. Estas situaciones por las que afronta el trabajador nocturno determinan la aparición del conocido síndrome de burnout. Esta afección cada vez más frecuente, se agrava frente a condiciones de tensión laboral que ocasionan cambios biológicos en los niveles de cortisol y parámetros cardiovasculares, ante elevados niveles de ansiedad y depresión y ante el bajo apoyo social y familiar. Cabe destacar que la aparición del síndrome de burnout se relaciona con la existencia de múltiples variables negativas que se hayan conectadas entre sí. Así, por ejemplo, la tensión laboral que experimenta diariamente el trabajador genera que esté presente al momento de dormir.
El trabajar “quemado” o Burnout y el sueño
Para poder ejemplificar la relación existente entre las condiciones que afrontan los trabajadores nocturnos con la aparición de dicho síndrome, se puede mencionar un estudio realizado en la Ciudad de Elche, España. En este se analizaron a 316 sujetos de distintas organizaciones laborales y de distintos ámbitos. Una población conformada por mujeres y varones que no poseían trastornos psicológicos previos o que tomasen algún tipo de medicación que pudiera afectar al sueño. Para el desarrollo se evaluaron mediante cuestionarios: los hábitos de sueño (calidad, cantidad, duración, siestas); la tipología circadiana. Ya sea acostarse más tarde o por el contrario más temprano. El síndrome de burnout, evaluado mediante un cuestionario una puntación según sea la experimentación de agotamiento, cinismo o indiferencia por el trabajo y eficacia profesional; así también la tensión laboral que se media a través de las demandas del trabajo, control sobre las tareas y uso de habilidades experimentado por el individuo.
Como resultado de la investigación se encontró que el burnout se relaciona con las menos horas de sueño, una peor calidad y despertares nocturnos, por su parte el cinismo y la eficacia también marcaron una relación con la calidad de sueño del individuo. En cuanto a la tensión laboral, el burnout se asocia al incremento de las demandas laborales, a menos control o uso de habilidades y a la falta de apoyo social que experimenta el trabajador. Así, como también, el sueño contribuye a aumentar la tensión laboral, determinándose que esta se agrava ante la existencia de menos horas dormidas.
